¿Por qué las emociones afectan tanto a nuestra salud?

Para empezar, os pregunto: ¿qué pensáis?, ¿somos seres racionales o emocionales? Es decir, en la toma de decisiones del día a día, ¿nos guiamos por la lógica o predomina más la intuición?

Pues os tengo que decir, que la estrategia de toma de decisiones, por defecto, es la intuición. Tomamos la decisión emocionalmente y después la intentamos razonar. Y eso lo saben bien los expertos en Neuromarketing, que lo usan mucho en la publicidad.

Somos Seres Emocionales que Razonan

Hay que tener en cuenta también, que la parte racional consciente del cerebro (Córtex Prefrontal) es solamente un 10% del cerebro total (sin contar las neuronas presentes en el intestino y el corazón).

A eso, añadir, que las premisas básicas de nuestro cerebro son la supervivencia y el ahorro de energía, que nos llevan a:

  1. Para el ahorro de energía, realizamos la mayoría de las acciones de forma semiinconsciente (rutinas), sin intervención del Córtex Prefrontal.
    • Ejemplo: Cuando llegamos al trabajo sin darnos cuenta del recorrido, pensando en otras cosas.
  2. Para la supervivencia, tenemos la Amígdala cerebral (situada en el cerebro límbico o emocional) que, conectada con el Hipocampo, nos avisa de los posibles peligros. Incluso llegando a actuar sin permiso de la parte racional (secuestro amigdalar)
    • Ejemplo: Cuando, sin peligro real, reaccionamos de forma iracunda a un comentario o acción de un hijo, marido, compañero, jefe… Y después nos arrepentimos, cuando nos hacemos conscientes de lo que hemos hecho.

Para que las emociones no nos controlen, hay que entrenar.

¿CÓMO? Siendo conscientes de las sensaciones corporales que siempre se producen ante un cambio emocional. Ponerles una etiqueta ¿de qué emoción se trata?, preguntarnos el por qué de la misma (toda emoción viene con una información para que actuemos acorde a ella), mientras tratamos de seguir con una respiración tranquila (contar hasta 10) y sin reaccionar, hasta saber cómo hemos de actuar.

Porque además de controlarnos, una mala gestión de las emociones nos puede provocar enfermedades, como resfriados, gripes, dolores de cabeza, de estómago, de garganta, diarreas, estreñimiento, psoriasis, estrés, ansiedad, depresión… entre otras.

¿Y qué es una mala gestión emocional?

Cuando reaccionamos con una emoción falsa. Porque, en contra de lo que solemos pensar, no hay emociones buenas o emociones malas, si no verdaderas y falsas.

Aunque hay emociones más agradables, como el amor y la alegría, (debido al chute de serotonina, oxitocina y dopamina) o más desagradables, como la rabia y la tristeza; todas las emociones auténticas son necesarias para nuestro desarrollo y bienestar.

¿Y cuáles son las emociones básicas auténticas?

Son seis (Miedo, Tristeza, Rabia, Orgullo, Amor y Alegría) y están muy relacionadas con las necesidades y motivaciones humanas (Seguridad, Desarrollo, Justicia, Estatus, Pertenencia y Plenitud), que lograremos actuando correctamente en las situaciones que nos plantee la vida.

Entonces ¿cuáles son las falsas?

 El resto.

¿Y cómo sé cuándo reacciono con una emoción verdadera o falsa?

Pues observándonos y tomando conciencia de lo que nos pasa. Si tras la reacción nos encontramos mejor, con más energía y pensamientos positivos, es que era auténtica; mientras que, si nos encontramos peor, con poca energía y pensamientos negativos, es que era falsa.

Y, por supuesto, no se trata de controlar, de no sentir, de no expresar las emociones… Ya que eso nos haría enfermar.

 

En otros posts os explicaré más sobre las emociones verdaderas y las falsas o disfuncionales.

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